domingo, 6 de diciembre de 2015

este vacío, no es la soledad
sino, mis suspiros que corren por toda la noche.
este asco, no es de verdad
sino, es el sueño en donde esa niña, infante apresurada, que llora por amor, te tomo en brazos y extendió su carne por tu espalda y por tu cien.
estas manos, no son mis manos.
Sino dos aves huérfanas, sueño de taxidermistas. Quietas, ellas esperan, quietas con sus ojos de vidrio, quietas esperan a que se ahoguen y mueran.