"(...) sino, muero... y ha saber cuándo habrá o en dónde existirá otra tarde como esta, porque yo caigo en el mismo abismo todos los días y en el abismo hay serpientes tornasoles y escarabajos cornudos, entonces los cuento y los vuelvo a contar... sino muero, porque no sé cuándo podré ver otra tarde como la de hoy, que se derrama sobre el brillo y cuerpos, de mi ventana.
Me estoy yendo por otro lado, y lo sé Fernando, esa es mi
intención, mi única intención. No voy ni puedo explicar tu presencia estos días,
no quiero saber porqué. Ya no me duele el corazón, juro que no… lo único que me
duele es este músculo espeso que cargo, este anexo a mi vientre.
Lo de siempre..
Fernando, el mundo entero sufre de angustia. Por “mundo
entero” me refiero al planeta en el que vivimos, con su mar, su cielo, su
tierra, con sus adentros y externos; la infinidad de fórmulas, números y
posibilidades, así como lo que le rige y a quienes rige: el mundo no se detiene
ni nunca detendrá su danza centrípeta porque, sufre de angustia. lo de siempre.
Jhonny boy era un chico feliz.
¿Y a quién le importa?
Clara Vinny era una chica rabiosa.
¿alguien la vió en las noticias?
No Fernando. porque el mundo no está hecho para personas como
vos o como yo. el mundo no admite los juicios tontos sobre tardes y pájaros y
saliva con los que solemos evaluar el bienestar. Mirá, precioso… es por eso que
giramos constantemente de aquí allá, a cómo lo hacen los planetas, porque algo
hay que hacer con la angustia que habita nuestros días. Te juro que si no
hubiese conocido, la ternura del mundo y sus volcadas formas y geometrías,
podría vivir tan solo conmigo misma, sin estos cien cigarrillos, bautizados con
tintas y nombres, de personas al teléfono que, desean los buenos viajes y las
buenas noches. Te juro que ya no me duele el corazón, juro que no… lo
único que me duele es este músculo espeso que cargo, este anexo a mi vientre. Algo
tengo que hacer con él y voy a hacer algo con él.”